Esta intervención sobre un paseo comercial ya existente, uno de los más visitados de Carilo, se realizó en en su primera etapa con la colaboración con los Arqs. Cangiano y Capparelli.
Se trata de la ampliación de la conocida “Feria del Bosque”, en cuya trayectoria de diez años han convivido los locales fijos con una serie de gazebos artesanales diseminados por su recorrido, enriqueciendo el mismo.
Y ese fue justamente el espíritu del trabajo; es decir, mantener – pese a la incorporación de diez nuevos locales y la ampliación importante de dos de los gastronómicos – esa escala amigable, presente en algunos otros buenos ejemplos de arquitectura comercial de la localidad, preservando esa idiosincrasia tan particular y característica del lugar.
Así se construyeron dos nuevas tiras, a manera de las existentes, reencausando la circulación peatonal mediante un nuevo juego de rampas y escaleras, que permiten llegar desde la calle Boyero sucesivamente a dos plazas secas, que dan marco a los nuevos gazebos, mesas y sombrillas, incluso hasta una fuente, facilitando por un lado la vinculación con la Plaza Guerrero que se encuentra hacia atrás de la Feria, con el consiguiente beneficio para los tres grandes locales gastronómicos que se sitúan en este nivel; y mejorándose también comercialmente el local de cafetería existente con la prolongación de su terraza hacia el frente.
Al ladrillo visto pintado, carpinterías de madera y techo de chapas pre pintadas existentes como fuerte impronta, se les agregó el piso de deck unificando recorridos y toques en piedra blanca.
Finalmente, es importante agregar que se acordaron pautas con la galería lindera, también en construcción simultáneamente, a los fines de dar tratamiento en conjunto al espacio de retiro lateral entre ambas, que dejó de ser residual como en otros casos, para integrar ambos conjuntos entre sí y respecto a la plaza; para todo ello se contó con la activa participación y trabajo en equipo de los propietarios.